Fallecio a los 79 años de una insuficiencia cardio respiratoria.
A los 12 años se convirtió en estrella infantil. Con 18 vivió su primer divorcio, a los 26 enviudó y antes de cumplir los 30 alcanzó la categoría de icono del Hollywood clásico gracias a sus sólidas interpretaciones y al tumultuoso idilio con el que sería el amor de su vida, el actor Richard Burton.
Entre 1957 y 1960, consiguió hilvanar cuatro nominaciones consecutivas al Oscar a mejor intérprete femenina, un récord aún no superado. En la década de los sesenta se alzó con dos estatuillas -por sus papeles en Una mujer marcada (1960) y¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966)- y se convirtió en abuela, todo sin haber cumplido los 40. Harta de las cámaras, a mediados de los setenta abandono el cine y, salvo esporádicas apariciones televisivas, se dedicó en cuerpo y alma a la labor humanitaria. Jane Fonda, compañera de reparto de Taylor en su última gran película, El pájaro azul (1976), ha sido una de las primeras voces de Hollywood en lamentar la pérdida de "una persona íntegra, bondadosa, generosa y valiente".
1 comentario:
Me encanta buenas noches y buena suerte, sobre todo Clooney
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